SOFAD. Para muchos el mejor disco de Depeche

 




… Tarea que se está convirtiendo en casi un esfuerzo vano. Me llena la imposibilidad, si se quiere. Me refiero, por supuesto a que voy a alabar cada nota dentro de la Devoción y decir sólo cosas positivas y con cada adjetivo superlativo se me ocurra, es la fe inexorable que le profeso a Depeche. Y obviamente no voy a hacer el esfuerzo de intentar ser objetivo al mismo tiempo que me envuelvo por las abrasadoras notas de uno de los discos más dicotómicos de los noventas.







Con el “Songs of Faith and Devotion” me pasa lo mismo que con el “Strangeways, Here We Come”, ¿Como continuar después de la perfección, como sacar algo después del Violator, como superar un Queen is Dead?, la respuesta en ambos casos es la misma: componer mejores canciones individuales, pero arriesgando cohesión en el disco. Las mejores canciones “sueltas” de The Smiths se encuentran e el Strangeways, mientras que en el “Songs of Faith and Devotion” son puros hits, nos encontramos con el Depeche en el tope de su carrera. La realidad era la siguiente: los componentes de Depeche lo estaban pasando mal, no había comunicación entre ellos, Dave tenía problemas con las drogas … De alguna manera todas estas desavenencias, contradicciones y frustraciones quedan reflejadas en algunos temas del álbum, como la voz de Dave en Condemnation que parece que vaya a quebrase en cualquier momento ( y resultando una de sus mejores interpretaciones ). Pero, a pesar de todo esto, lo que acaba prevaleciendo a lo largo del tiempo y que rezuman todos los temas es una belleza de efectos catárticos que seguro les acabó sirviendo a todos como redención. Por descontando siguen manteniendo esas sensaciones épicas que transmiten siempre.






Describir la obra que continua a la perfección es tortuoso, hablar de la gran vena blusera que salpica a “I Feel You” puede transformarse en algo tan desesperante como el celibato: “Walking in my Shoes”, nos encara Depeche. El disco se diluye y flota etéreo durante un par de canciones, el tiempo se detiene, la ilusión de tranquilidad se quiebra drásticamente en cuanto “In You Room” penetra deliciosamente en nuestros oídos, cagamos, el disco hizo su trabajo, estamos inmersos en canciones que van más allá de la Fe y que muestran más allá de la devoción. Ok, que tal vez era un poco exagerado pero la ilusión que se acumula queda a algunas cuadras de la realidad, el manejo de lo sensual, de lo onírico y de lo carnal me hacen sudar las manos y crujir el latido del alguna vez letárgico corazón que atesoro por compromiso. Basta de mentiras, nos encontramos con un disco que puede ser imperfecto, un poco exagerada y hasta pretencioso. Podría también ser odiado por una gran cantidad de aficionados de la “vieja escuela Depeche Mode”, pero es el mismo disco que nos da el hermoso final que se prende desde “Get Right Whit Me”, pasando por la enérgica y “Rush” para terminar fundiendo todo en dos temas que eclipsan a cualquiera, “One Cares” con su oscura y delicada sección de violenes y la prerfecta “Higher Love”, es acá donde se acaba el viaje,… un viaje que fue real: “yo sentí que” habían guitarras de todo ello, guitarras inmersas en la medula de Depeche, ¿fantasía?, a escuchar “I Feel You” de nuevo, el viaje comienza otra vez….