Violator. Para muchos el mejor disco de Depeche











Sin duda una de las tareas más difíciles que hay para nosotros los melómanos empedernidos, es aquella que implica de algún modo compartir con otros melómanos porqué se tomó la decisión de recomendar cierto disco como uno de aquellos que forzosamente se tienen que escuchar antes de morir.






Y más si ese disco es uno de aquellos que ha formado parte fundamental del desarrollo emocional de la persona que lo recomienda y que esconde entre sus notas tantos recuerdos, momentos, sueños, desilusiones, borracheras, aventuras, pasiones, desvelos, lágrimas, risas, peleas, deseos y tantos otros sentimientos y memorias imposibles de ennumerar. Y, bueno, heme aquí enfrentándome a esa tortuosa tarea. ¿Cómo explicarlo? ¿Cómo en mi sano juicio podría hacerle justicia con palabras a algo que sólo puede apreciarse desde lo más profundo de la psique y del alma de una persona? Bien podría utilizar el recurso de explicar y describir cada una de las canciones.






Hablar del poder de uno de los más clásicos riffs de guitarra de la música alternativa de los últimos 20 años que forma la espina dorsal de “Personal Jesus”; secarme los sesos tratando de describir con letras, puntos y comas una de las canciones más perfectas, melódicas y memorables que jamás se hayan escrito – “Enjoy The Silence”; señalando sin temor a equivocarme que “Clean” es una de los mejores y más poderosas canciones que existen como cierre de un album… y así seguir con cada uno de los 9 tracks. Podría tambien utilizar el recurso de comparar este disco con el resto de la discografía de la banda y decir que Depeche Mode cuando hicieron Violator (como The Smiths con The Queen Is Dead o Pink Floyd con The Dark Side Of The Moon) se encontraba en el pico de su creatividad y aunque las relaciones entre ellos no era la mejor, como banda estaban en su momento más cohesivo. O bien también podría hacer la reseña más enfocada y decir que en Violator se encuentra la perfecta mezcla de synth rock con goth rock, letras introspectivas, obscuras, de amor al desnudo y de cosas triviales y perversamente simples. Pero ya lo he decidido. Para llevar a cabo tan titánica e imposible tarea de describir uno de los discos que más he amado en mi vida, sólo diré que la combinación de la música, las letras, las voces de David Gahan y Martin Gore, el arte del disco, el flujo entre una canción con la otra, la obscuridad y belleza que emanan de él… todo ello entre sí le da vida y es simplemente la más dulce perfección que existe.







Datos mas Tecnicos de Wikipedia

Es el disco más importante dentro de la carrera de Depeche Mode y por lo mismo el que ha provocado opiniones más extremas. El impacto que tiene para Depeche Mode es un tanto como el del álbum The Wall en la carrera de Pink Floyd pues aunque generalmente es visto como el mejor álbum que el grupo ha realizado, hay quienes llegan a considerarlo como el más comercial. De cualquier modo actualmente el disco se considera como una joya del movimiento de música electrónica.






Los temas Personal Jesus y Enjoy the Silence son dos de las canciones más populares del grupo, Personal Jesus es tal vez la canción más conocida de Depeche Mode y Enjoy the Silence ha llegado a ser la canción más gustada entre sus seguidores.






Estilísticamente en el disco hubo una mayor incorporación de sonidos instrumentales, en éste caso una evidente mayor presencia de cuerdas en Personal Jesus, Enjoy the Silence y Clean. Por otra parte el grupo experimentaba en temas como Blue Dress una dulce balada minimalista; Halo una de las canciones más exóticas dentro de todo el repertorio de Depeche Mode; o Waiting for the Night que revela un poco la influencia de David Bowie en el trabajo de DM y que ha llegado a ser considerada desde simple canción de sonido electrónico tranquilizante hasta función "astronáutica".


 





En cuanto a los temas de inspiración de Violator parece no haberlos, a diferencia de los otros álbumes como el discurso crítico político de Construction Time Again, los temas provocativos de Some Great Reward, o lo cual sería con los posteriores como el claro tema religioso de Songs of Faith and Devotion o el amor arrebatado presente en todo el álbum Exciter, de donde Violator viene siendo el disco menos pretencioso de DM. En conclusión, pues, no hay un tema único en el álbum.







Temas de amor propiamente tampoco los hay, excepto acaso la ternura de Blue Dress, las canciones son más bien eclécticas, experimentales, diversas. Parte del discurso provocativo de Some Great Reward se encuentra en Personal Jesus y su sardónica crítica contra la explotación y el comercialismo que de la religión hacen los pastores en lugares como Noteamérica, de hecho suscitó nuevamente escándalo como aquellos pasados temas. También la canción Policy of Truth inevitablemente remite al tema político de Construction Time Again, sólo que Policy of Truth y su llamado a dirimir diferencias apareció en una época en la cual la Unión Soviética se desmoronaba para convertir en potencia única a los Estados Unidos, por lo cual el disco parecía burlarse de las formas norteamericanas, detalle que también puede verse en la promoción del material pues los integrantes aparecieron vestidos como cuatro sensuales vaqueros.







Sin embargo, el disco no fue simplemente una burla a los norteamericanos, al contrario ello sólo fue parte del álbum, los otros temas no intentan irritar a nadie ni llamar la atención, Enjoy the Silence y su poema sobre silencio se colocó como el gran clásico de Depeche Mode y, a juicio de muchos, como su consagración musical; mientras Waiting for the Night se convirtió en la función futurista, cósmica y sumamente electro de su repertorio; por otro lado Clean se reveló como un ejercicio electrónico, oscuro y dramático de acabados muy elocuentes, adicionalmente ésta hace hincapié en la incorporación de los sonidos acústicos con su base inicial de bajo para dar paso a una completamente sintética.








Canción por canción

World in My Eyes fue el tema meramente tecnopop de Violator, recordando por momentos a Kraftwerk en su sonido por completo sintetizado es en realidad de los últimos de Depeche Mode ejecutados enteramente con sintetizador. Lo curioso del tema es que los miembros de Depeche Mode siempre declararon que desconocían a bandas como Kraftwerk antes de haber grabado su primer disco, por lo cual resalta como la experiencia que habían ganado en el campo de la música electro para ese 1990. La canción es una sensual propuesta todavía endeudada con el sonido eminentemente bailable de los primeros años de la banda.








Sweetest Perfection es el tema experimental del álbum. Comienza con un efecto acompasado muy sencillo repitiendo una y otra vez un mismo estribillo en una melodía pulsante, toda la canción va en crescendo hasta llegar a un coro grandilocuente y lleno de efectos lo cual de algún modo recuerda los modos del Rock progresivo.








Personal Jesus es un tema bastante burlón, lo cual quedó en evidencia principalmente con su video, en el cual los integrantes de Depeche Mode aparecen como cuatro sensuales vaqueros haciendo una parodia del conocido cowboy norteamericano. La canción es en sí una sátira hacia la excesiva comercialización que de la religión hacen los llamados apóstoles precisamente en los Estados Unidos. Mientras que la canción propone tener una religión personal, un "Jesús Personal", el video ya hace el hincapié de mezclar además el tema religioso con escenas sugerentes y abiertamente provocativas en el sentido sexual, lo cual fue capitalizado en el álbum Songs of Faith and Devotion, el siguiente en la discografía de DM. La musicalización, por otra parte, es una de las más conocidas del grupo al haber utilizado todos los recursos disponibles en esa época, tanto la guitarra como el efecto de disco rayado y la potente batería, consiguiendo de nueva cuenta una canción bastante industrial en su forma melódica, tal y como en sus primeros temas de éxito. Esta considerada una de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.



E




Halo desde un principio se oyó como una canción rara, con su entrada como de Tarzán para dar paso a sonidos rítmicos de sintetizador progresando en cada vez más efectos añadidos hasta un estribillo intenso y bailable. La letra es convencional, no así los ritmos que maneja, pues destaca como el experimento de mezclar diversos sonidos sintéticos logrando un verdadera melodía. Los elementos progresivos serían después reutilizados en algunos temas del álbum Ultra de 1997.








Waiting for the Night es un tema que contiene una base electrónica muy suave y minimalista con una letra igual de tranquilizante. La canción se erige como una balada futurista, siendo uno de los temas verdaderamente más sintéticos en toda la trayectoria de DM, instalándose como el poema hipnótico y cósmico del repertorio total del grupo.







Enjoy the Silence es una canción armónica, melódica, irónica y tétrica en sus sonidos sintetizados. El tema se revela como un homenaje a la música misma siguiendo el principio de que el intervalo entre nota y nota es el que da la armonía, o sea, el silencio. La canción fue ideada originalmente por Martin Gore como un simple tema acústico, pero Alan Wilder encontró potencial en ella por lo cual compuso una suave base electrónica y junto con Gore le hizo más arreglos consiguiendo la que fuera el segundo sencillo del álbum y a juicio de muchos, seguidores del grupo y críticos de música, la mejor canción en la trayectoria de Depeche Mode. Normalmente siempre ha destacado sobre todo la música, al haber logrado Wilder como base principal un suave efecto de voces fantasmales o femeninas realizado sólo con sintetizador. Aun así, la letra aunque sencilla es una de las más significativas en la carrera de Depeche Mode, pues no hay provocación ni juegos sugerentes sino que sólo es una celebración a la música misma y, como enorme paradoja, al silencio. Esta considerada la mejor canción de Depeche Mode, y esta entre las 50 mejores canciones de toda la historia, también se considera pieza fundamental de éste álbum.









Interlude # 2: Crucified es una suerte de experimento instrumental realizado con una base electrónica acompañado de una guitarra variante de la empleada en Enjoy the Silence y en la cual puede oírse la voz distorsionada de Andy Fletcher diciendo precisamente “Crucified”. Lo que más destaca de este interludio es que tiene un sonido un tanto siniestro, lo cual es parte de la carrera y la obra musical de Depeche Mode.









Policy of Truth es otra canción de ritmos a base de sintetizador con una curiosa letra sobre conciliación y política. El tema está basado en la música soul, aunque en su caso es desde luego un experimento de soul por completo electrónico, pues tampoco hay elementos acústicos. La letra parece seguir con la burla de Personal Jesus acerca de los estereotipos norteamericanos, aunque aparentemente sólo hable de política.







Blue Dress es el tema más apacible de todo el álbum, con una base electrónica de tipo minimalista y una suave letra de deseo y amor. Al contrario de otros temas del álbum y de toda la trayectoria de DM previa al álbum, la canción no intenta provocar ni evocar, sino simplemente ser una balada electrónica con una letra sencilla y más convencional.








Interlude # 3 el segundo interludio del disco es otra función instrumental aunque de tipo mas orgánica, y en el cual puede escucharse un coro vocal de los propios miembros de DM. Éste recuerda un poco a la música sacra y hacia su conclusión se escuchan algunos sonidos bastante raros, como de respiración animal, aunque justamente en esa parte de efectos inentendibles es donde comienza propiamente Clean.









Clean es uno de los temas más sofisticados en toda la trayectoria de Depeche Mode, incorporando una base acústica de guitarra de pedal, para conseguir un efecto de cuerdas muy grave, y batería a una musicalización electrónica majestuosa, elocuente y dramática. De hecho, es curioso que aun con los elementos acústicos sea uno de los temas más sintéticos de Depeche Mode, lo cual queda en evidencia sobre todo en sus estribillos que son realizados como una especie de clímax tecnológico potentes pero paradójicamente sin ninguna agresividad. Al igual que el inicio del álbum, Clean emula a Kraftwerk, aunque en una versión más orgánica.